LA INMIGRACIÓN EN LA COMUNITAT VALENCIANA.

Principales resultados de la Encuesta Nacional de Inmigrantes (2007)

    5. Actividad laboral
5.1 Situación laboral actual
      5.1.1 Situación sociolaboral en el empleo actual
      5.1.2 Calidad de empleo actual
5.2 Primer empleo en España
      5.2.1 Búsqueda del primer empleo
      5.2.2 Cambio de situación sociolaboral a lo largo de la trayectoria migratoria

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5. Actividad laboral

Los procesos del crecimiento de empleo y el dinámico incremento de la población inmigrante son dos procesos estrechamente interrelacionados. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) entre 1994 y 2007 se han creado casi 8 millones de empleos de los que más de 2,5 millones corresponden a la población extranjera34. Sin estos datos no es posible entender la situación actual del mercado laboral español y el enorme impacto que ha tenido la masiva entrada de inmigrantes en nuestro país a lo largo de la última década. Este impacto no sólo afecta al mercado laboral español sino que su influencia también se puede observar en otros aspectos de la vida económica, tales como el consumo, el incremento de la tasa de empleo de la población activa o las dinámicas de crecimiento de la productividad por mencionar tan sólo algunos de ellos (véase Sebastián y Melguizo, 2004).

El fenómeno migratorio y su efecto sobre la economía nacional son unos de los temas más importantes de debate público actualmente. Ello lo genera una gran demanda de información que permita analizar las características socioeconómicas de los inmigrantes así como las implicaciones de su masiva incorporación al mercado laboral. Siendo tal la importancia de este fenómeno y a pesar del notable esfuerzo de las instituciones estadísticas, administraciones públicas e investigadores, muchos aspectos de la situación de los inmigrantes en el mercado laboral permanecen aún desconocidos. Hasta la realización de la ENI los datos sobre la actividad laboral y económica de la población inmigrante fueron principalmente extraídos de fuentes referentes a la población general en España. Por ello la información no abarcaba los aspectos y características específicas de la realidad vivida por los inmigrantes.

Como premisa se sabe que los procesos de inserción laboral de los inmigrantes y sus trayectorias laborales en el país de destino poseen una serie de características propias. La situación de los inmigrantes en el mercado laboral difiere en muchos aspectos de la situación de los nativos y por tanto requiere unos instrumentos y metodologías específicas adaptadas a este contexto específico. Para ello la ENI ofrece una oportunidad única de complementar nuestro conocimiento sobre la actividad laboral de los inmigrantes ya que además de información de carácter general - tales como las tasas de actividad, ocupación, temporalidad o estructura ocupacional contiene un amplio abanico de variables diseñadas específicamente para reflejar las condiciones en las que se está desarrollando la actividad laboral de esta población.

En el quinto módulo del cuestionario de la ENI se recoge información pormenorizada acerca de la situación laboral en el momento de la realización del estudio, las características tanto del empleo actual como del primer empleo en España, como también, algunos aspectos de las trayectorias laborales tales como el número de contratos desde la llegada o la frecuencia de paro. En este capítulo se presentarán algunos de los datos más significativos que, en nuestra opinión, mejor representan la riqueza informativa de la Encuesta.


5.1 Situación laboral actual


5.1.1 SITUACIÓN SOCIOLABORAL EN EMPLEO ACTUAL

En este primer acercamiento a los resultados de la ENI se ha optado por analizar la situación sociolaboral de los inmigrantes en relación a algunas variables básicas de control que se han estado utilizando a lo largo de este trabajo, tales como agrupación de países según el origen y el momento de llegada. Partimos aquí del supuesto de que este análisis no sólo permite obtener una imagen de la posición real que ocupan los inmigrantes en la estructura del mercado laboral español y particularmente la de aquellos que residen en la Comunitat Valenciana, sino también, completar y amplificar nuestro conocimiento acerca de las condiciones de vida de esta población. El indicador de la situación sociolaboral se ha obtenido combinando información sobre el tipo de ocupación, la situación profesional y el sector de actividad del inmigrante. Su propósito es el de reflejar la situación social y económica de los inmigrantes en términos de su ubicación en la estructura jerárquica del mercado laboral. Se ha analizado la situación sociolaboral de los trabajadores inmigrantes utilizando una escala de 6 categorías en las que se han intentado plasmar tres aspectos básicos de la actividad laboral:

Como cualquier otra categorización tampoco ésta carece de problemas y limitaciones relacionadas, sobre todo, con la reducción de la información así como la simplificación de importantes aspectos de la problemática de estratificación social – objeto tradicional de reflexión teórica en las Ciencias Sociales (Garrido y González, 2005).

Tabla 5.1. Situación sociolaboral en el empleo actual en la Comunitat Valenciana y España.
  Comunitat Valenciana España
 
Nota: España contiene la información del total de España menos la Comunitat Valenciana
Fuente: Encuesta Nacional de Inmigrantes 2007
Directivos y profesionales 11,5 14,4
Empresarios con empleados   3,5   2,8
Resto no manuales 10,2 11,0
Empresarios sin empleados   9,6   7,6
Manuales cualificados 24,9 23,9
Trabajadores no cualificados 40,3 40,3
Total 100 100

Una primera lectura de los datos representados en la Tabla 5.1 permite observar que una parte importante de la población inmigrante ocupada en España (tanto en la Comunitat Valenciana como en el resto de comunidades en su conjuto) se concentra en las partes bajas de la escala sociolaboral. Así, dos de cada cinco inmigrantes están empleados en trabajos de carácter manual en los que se requiere baja o ninguna cualificación. Además, una de cada cuatro personas ocupadas de origen extranjero realiza trabajos manuales para los que se necesita cierto grado de preparación. Según estos datos, podemos constatar que casi dos tercios de los trabajadores inmigrantes ocupados y residentes en la Comunitat, está realizando algún tipo de trabajo de carácter manual. En el otro extremo de la escala sociolaboral se encuentra un 12% de la población inmigrante integrada por directivos y profesionales de alta cualificación. Como se verá más adelante este porcentaje relativamente alto se debe sobre todo a los inmigrantes procedentes de países desarrollados. Si se comparan los datos con los del resto de España, el patrón general es similar aunque el peso de directivos y profesionales es un poco menor en la Comunitat Valenciana que en el resto de España el de  los trabajadores manuales cualificados es similar.

La estructura sociolaboral que aquí se presenta no sólo refleja la posición sino también el papel que tienen las personas inmigradas en la economía española. La llegada de inmigrantes responde a una demanda de mano de obra para determinados puestos de trabajo, que a pesar de su importancia para el desarrollo económico del país, no están cubiertos por la población autóctona. Las principales causas de esta situación, además del evidente proceso de desaceleración del crecimiento demográfico experimentado en España desde hace tres décadas, son las profundas transformaciones en la esfera de valores y expectativas con respecto al tipo de trabajo preferido. Los trabajos físicos o de carácter manual son los menos deseados por las nuevas generaciones que se están incorporando actualmente al mercado laboral (Cachón, 2002).

Si nos adentramos en esta problemática relacionando la distribución de trabajadores en la estructura del mercado laboral según la procedencia de los inmigrantes nos encontramos con importantes diferencias. En este aspecto se pueden definir tres pautas muy marcadas en la distribución de la población ocupada en la escala sociolaboral. El primer perfil corresponde a aquellas personas ocupadas procedentes de los países desarrollados. Un 27% de este colectivo desempeña cargos directivos y profesionales, lo cual contrasta notablemente con el bajo peso que tienen los ocupados en esta situación sociolaboral procedentes del resto de los grupos. Y según los datos que manejamos, la proporción de trabajadores manuales tanto cualificados como sin cualificación es significativamente menor en comparación a la proporción que tienen estas categorías de trabajadores en los otros colectivos estudiados.

Figura 5.1. Situación sociolaboral en empleo actual según origen en la Comunitat Valenciana.

Figura 5.1. Situación sociolaboral en empleo actual según origen en la Comunitat Valenciana.

Fuente: Encuesta Nacional de Inmigrantes – 2007

Una segunda pauta viene representada por los inmigrantes andinos y procedentes del resto de Europa-Mundo los cuales ofrecen en muchos aspectos una distribución de categorías sociolaborales muy similar. Así pues, entre 50% y 52% de todos los ocupados de estos dos grupos de inmigrantes realiza trabajos manuales que no requieren cualificación. En cambio, la proporción de personas que ocupan puestos directivos, profesionales o empresarios con empleados es muy baja y apenas supera el 4%. Similar estos dos, si bien con un nivel un poco superior de cualificación, quedan los inmigrantes procedentes del continente africano.

La tercera pauta de distribución sociolaboral corresponde a los inmigrantes de los países latinoamericanos no andinos. Se puede decir que este colectivo se encuentra “a medio camino” entre los originarios de los países desarrollados y otras zonas de procedencia. El peso de los trabajadores no cualificados y trabajadores manuales cualificados en este grupo es más alto que en el caso de los países desarrollados, pero no alcanza niveles que se asimilen al resto de procedencias. Por otra parte, un 16% de los trabajadores procedentes del resto de América ocupa puestos de directivos y profesionales lo que supone un porcentaje bastante elevado, pero aun así, significativamente menor en comparación con los originarios de los países desarrollados.

Estos patrones de comportamiento son similares a estos mismos grupos en el resto de España con la excepción de los oriundos de África. Entre ellos, en la Comunitat Valenciana el peso de directivos es muy superior a personas de origen africano en el resto de España (en torno al 9,5% frente al 5,4%), y el peso de los trabajadores no cualificados es inferior (43% frente a casi 48%). Esta realidad nos coloca de nuevo ante la naturaleza mixta de este colectivo, ya puesta de manifiesto en otras partes de este Informe. En la Comunitat Valenciana está integrado tanto por inmigrantes económicos, que mostrarían niveles de cualificación sociolaborales similares a los inmigrantes de origen andino y del resto de Europa, como por grupos de ascendencia europea, muy cualificadas que estarían residiendo preferentemente en zonas del sur y del levante español. Aunque la importancia de este último grupo en Valencia sea menor que en regiones como Anadalucía, su presencia es clara en los datos de cualificación socioprofesional aquí presentados.

Gracias a los datos obtenidos de la ENI se ha comprobado también cómo varía la posición actual de los inmigrantes en el mercado de trabajo en relación al momento en el que se produjo la llegada a España. Con este propósito analizamos de manera transversal la situación sociolaboral de la población inmigrante ocupada representando la distribución de los valores de esta variable para cada uno de los tres periodos de llegada. Los resultados presentados en la Figura 5.2 reflejan unas pautas muy marcadas. Observamos que, a medida que el momento de llegada se acerca a las fechas actuales, la distribución de las categorías sociolaborales cambia: aumenta la proporción de trabajadores no cualificados al mismo tiempo que disminuye la proporción de trabajadores no manuales de alto, medio y bajo nivel de preparación así como empresarios con y sin empleados.

Figura 5.2. Situación sociolaboral en el empleo actual según año de llegada en la Comunitat Valenciana.

Figura 5.2. Situación sociolaboral en el empleo actual según año de llegada en la Comunitat Valenciana.

Fuente: Encuesta Nacional de Inmigrantes – 2007

Así pues vemos que entre las personas que inmigraron a España antes de 1992 predominan aquellas que se sitúan en las partes superiores y medias de la estructura sociolaboral. Más de uno de cada cuatro ocupados que llegaron a España en aquel periodo y residen ahora en la Comunitat Valenciana, en la actualidad son directores y profesionales y tan sólo un 20% trabajadores manuales no cualificados. Entre las personas residentes en la Comunitat Valenciana que llegaron a España en la primera mitad de los años noventa la proporción de trabajadores manuales (cualificados y sin cualificaciones) se aproxima al 36% de toda la población ocupada. Por el contrario, entre las personas ocupadas que llegaron a España en el periodo 2002-2007 más de la mitad son trabajadores no cualificados y una cuarta parte trabajadores manuales cualificados.

A modo de resumen podemos establecer una clara relación lineal entre la posición que ocupa el trabajador en la estructura del mercado laboral y el momento de llegada. Desde una perspectiva general, podemos decir que las personas que inmigraron a España en años anteriores están en mejor situación sociolaboral en comparación con los inmigrantes más recientes. Al interpretar esta relación es necesario, no obstante, mantener una máxima cautela y no sacar conclusiones precipitadas y simplistas. En la explicación de estos fenómenos debemos considerar al menos tres factores determinantes cuyo impacto puede ser complementario: a) el tiempo de estancia, b) las características estructurales de la población inmigrante en cada uno de los momentos analizados c) las condiciones institucionales y económicas en las que se produce la inserción laboral de los inmigrantes. Todos ellos son importantes para la explicación de los resultados aquí presentados.

En primer lugar, el tiempo de estancia en España puede influir en algunos casos positivamente en la situación sociolaboral de los inmigrantes, lo que concordaría con los resultados de algunos estudios internacionales. En estos estudios se ha observado que en la fase inicial de su trayectoria migratoria los inmigrantes suelen situarse en los segmentos más bajos de la escala socioeconómica, lo que se atribuye a la falta de ciertas habilidades, como por ejemplo el idioma o una adecuada preparación. Con el tiempo, su posición mejora como resultado del proceso de asimilación a las condiciones del mercado laboral en el país de destino (Chiswick 1978).

De hecho, existe una tendencia a leer los datos aquí presentados como la experiencia de una misma cohorte que según se va acoplando al país de destino va desarrollando estrategias de promoción, claras y eficaces. En realidad, nuestros datos no nos permiten hacer una afirmación tan contundente ya que se trata de tres cohortes diferentes. Pero también es cierto que la experiencia en el país de destino no puede descartarse como elemento importante en la promoción social y económica de los inmigrantes.

En segundo lugar y a la vista de los resultados que se han ido aportando a lo largo de este Informe, podemos confirmar que tienen mucha importancia las características de las sucesivas fases del ciclo migratorio, experimentadas por la Comunitat Valenciana y el resto de comunidades españolas en las últimas décadas. Como observa Lorenzo Cachón, el proceso inmigratorio ha atravesado varias fases definidas en importante medida por la procedencia de la población que llegaba en cada uno de estos momentos (Cachón, 2002). En la década de los años ochenta y aun a principios de los noventa, entre la población inmigrante predominaban los originarios de los países desarrollados caracterizados por un importante peso de personas con alto nivel de estudios y cualificación pero también con más facilidades para insertarse en el mercado laboral en condiciones iguales que los nacionales. En los años siguientes, el rápido aumento del número de nuevos inmigrantes fue acompañado por un progresivo incremento de personas procedentes de países de menor nivel de desarrollo, con un nivel de preparación menor que encontraban más obstáculos de naturaleza institucional para su inserción laboral.

En tercer lugar, es necesario tener en cuenta que los inmigrantes recién llegados se encuentran con mayores dificultades para incorporarse al mercado laboral legal por falta de autorización de residencia y permisos de trabajo (Arango, 2004). Así pues, al menos en el primer periodo de su estancia en España una considerable parte de población inmigrante extracomunitaria se ve obligada a trabajar en el mercado sumergido en condiciones laborales precarias. Tan sólo con el paso del tiempo, los inmigrantes pueden conseguir la regularización mediante una de las vías posibles que les permita mejorar sus condiciones laborales. Finalmente, la situación de los inmigrantes depende del momento del ciclo en el que se encuentra el mercado laboral. La llegada masiva de inmigrantes en los últimos años significó un incremento de la oferta de mano de obra que, en consecuencia, pudo suponer un empeoramiento de las condiciones salariales en los que se producía la inserción laboral de los recién llegados.

Como acabamos de mencionar, en algunos casos la situación sociolaboral de los inmigrantes depende directamente del nivel de cualificación que representa esta población. De hecho, en política económica uno de los objetivos a cumplir es asegurar el aprovechamiento de los recursos de la población del país. Este propósito se lleva a cabo asegurando una máxima adecuación del nivel de preparación (el capital humano) de los trabajadores con el tipo de trabajo desempeñado. Cabría así esperar que las tareas y funciones de alta complejidad y mayor grado de responsabilidad sean desempeñados por aquellos trabajadores que tengan mayores niveles de cualificación y, a la inversa, los puestos de trabajo que requieran menores niveles de capacitación sean cubiertos por trabajadores de menor nivel de preparación. Siguiendo este análisis, intentaremos responder a la pregunta de en qué medida la economía española saca provecho de los conocimientos y cualificaciones de los inmigrantes presentes en nuestro mercado laboral.

Los datos presentados en la Figura 5.3, en los que se relaciona el nivel de estudios con la situación sociolaboral de los inmigrantes, indican que existe un amplio contingente de trabajadores inmigrantes que ocupan posiciones en la estructura laboral muy por debajo del nivel real de sus cualificaciones. La información que llama más nuestra atención es la que concierne a la categoría de trabajadores no cualificados, entre los cuales un parte considerable (9%) tiene estudios superiores. Esta falta de adecuación constituye un claro indicio de desajustes existentes entre el nivel de preparación de algunos inmigrantes y su posición en el mercado laboral. Por otra parte, como cabe esperar, no se observa tal inadecuación en las partes altas de la estructura sociolaboral y así buena parte de personas en la categoría de directivos y profesionales posee educación superior. Aquí en cambio destacan las diferencias entre los inmigrantes de la Comunitat Valenciana y los del resto de España ya que en la primera región algo más de la mitad de los directivos (54%) tiene educación superior frente al resto de España donde un 71% de dicha categoría sociolaboral tiene educación superior.

Figura 5.3. Situación sociolaboral en el empleo actual según educación en la Comunitat Valenciana y España.

Figura 5.3. Situación sociolaboral en el empleo actual según educación en la Comunitat Valenciana y España.

Nota: España contiene la información del total de España menos la Comunitat Valenciana
Fuente: Encuesta Nacional de Inmigrantes – 2007

Estos mismos datos se pueden ver de otro modo paralelo que aporta una perspectiva diferente. De entre los inmigrantes con educación superior, se puede estimar que 34% de ellos desempeñan trabajos manuales, con y sin cualificación. Entre inmigrantes con una educación secundaria, el mismo porcentaje se eleva al 70% y entre personas con educación primaria dicho porcentaje es del 77%. De estos datos se desprenden dos conclusiones muy importantes. 1) La educación está fuertemente relacionada con la situación sociolaboral del inmigrante. 2) El mercado de trabajo evidencia importantes disfuncionalidades ya que buena parte de los inmigrantes está empleada en un trabajo por debajo de su nivel de cualificación. Es extraordinariamente difícil calibrar el grado de esta disfuncionalidad, aunque de acuerdo con los datos aquí presentados es cierto para al menos un tercio de las personas con educación superior. Esta disfuncionalidad, fácilmente explicable en términos sociales y económicos, es a la larga nefasta tanto para los inmigrantes como para la sociedad de acogida.

A los desajustes que acabamos de mencionar se les pueden atribuir varias razones. Una de ellas, son indudablemente las dificultades de índole institucional relacionadas con el acceso a la regularidad con las que se enfrentan los inmigrantes procedentes de los países extracomunitarios. Los obstáculos en obtener el permiso de residencia y trabajo requeridos obligan a una importante parte de la población inmigrante, al menos al principio de su trayectoria en España, a buscar salida en la economía sumergida en muchos casos en puestos de trabajo que no responden a los perfiles de preparación que representan. Otra razón para un inadecuado aprovechamiento del capital humano de la población extranjera puede estar relacionada con las necesidades del mercado laboral a corto plazo. La demanda de mano de obra se perfila en relación a las características de la economía nacional en la que juega un papel importante la construcción, los servicios relacionados con el turismo y la agricultura, basados todos ellos en el trabajo poco o nada cualificado. Por tanto, en algunas ocasiones, las políticas migratorias pueden estar encaminadas en proporcionar una fuerza de trabajo flexible y barata para determinados sectores de actividad, incluso a costa de la pérdida del capital humano para la economía nacional. Finalmente, la educación y la experiencia de los inmigrantes pueden, en ocasiones, tener un valor inferior en el mercado de trabajo que la educación y la experiencia de los nativos. Esto se debe en parte al menor valor atribuido a las cualificaciones de los inmigrantes (aquellos originarios de países con menor nivel de desarrollo), obtenidos en sus lugares de origen.


5.1.2 Calidad deL Empleo actual

Otro aspecto de la actividad laboral de los inmigrantes es la problemática de la calidad del empleo. Esta dimensión del empleo se puede medir mediante una serie de indicadores entre los cuales se encuentran el número de contratos, la temporalidad de contratación y la frecuencia de encontrarse sin trabajo.

Los datos ofrecidos por la ENI acerca del número de contratos laborales que han tenido los inmigrantes desde su llegada a España permiten hacer una aproximación a la problemática de la estabilidad laboral. Como media, los trabajadores inmigrantes en España que residen en la Comunitat Valenciana a lo largo de su trayectoria laboral conciertan 2,9 contratos laborales desde el momento de su llegada a España. Los trabajadores procedentes de los países del resto de Europa-Mundo y de los países desarrollados son los grupos con menor número total de empleos concertados durante su estancia (2,7-2,8). En contraposición están los andinos y los africanos, con mayor número medio de contratos establecidos desde la llegada (3,1 y 3,4 respectivamente). Estos datos indican que el número de contratos en la Comunitat Valenciana ha sido igual que en el resto de España.

En este ámbito también se han realizado una serie de análisis para relacionar el número de contratos en relación al momento de llegada. Sin tener en cuenta el origen, a grandes rasgos, los inmigrantes con más número de contratos son las personas asentadas en España en el periodo anterior a 1992 y entre 1992 y 2001 y que residen actualmente en la Comunitat Valenciana. Como es de esperar, los inmigrantes que han llegado a España en los cinco últimos años son los que han tenido menos empleos durante toda su estancia, lo cual se debe a la sencilla razón de que han tenido menos tiempo para cambiar de trabajo. De los datos presentados, es difícil ver un patrón claro para antes de 2001, debido posiblemente al reducido número de casos que tenemos a nuestra disposición. Si se toman los datos de conjunto para cada período, sin controlar por el origen, resulta que para los llegados antes de 1992, el número medio de contratos es de 3,4, de 3,2 para los llegados entre 1992 y 2001 y de 2,4 para los llegados en el período más reciente.

Figura 5.4. Numero medio de contratos laborales en España por año de llegada y origen en la Comunitat Valenciana.

Figura 5.4. Numero medio de contratos laborales en España por año de llegada y origen en la Comunitat Valenciana.

Fuente: Encuesta Nacional de Inmigrantes – 2007

Entre los factores que influyen en la intensidad de la rotación laboral de los inmigrantes se debe mencionar el grado de inserción en el mercado de trabajo regular y las tasas de actividad económica de cada grupo. Sin embargo, no se debe olvidar que el número de contratos que ha concertado un trabajador inmigrante en el transcurso de su vida activa en el país de destino está directamente relacionado con el tiempo de estancia en España. En otras palabras, las personas que más tiempo permanecen en el mercado laboral tienen más posibilidades de cambiar de empleo. Por otra parte hay que tener en cuenta que esta relación directa puede verse alterada por una serie de factores contextuales vinculados al momento de llegada, ya que las condiciones en las que se producen las migraciones varían en el tiempo y dependen de la coyuntura económica, así como de los procesos de reestructuración económica.

No obstante, a la vista de los datos que acabamos de presentar parece que uno de los factores más importantes que determinan los cambios en la calidad de trabajo a lo largo del tiempo es, una vez más, la evolución del perfil de procedencias de los inmigrantes. Es a partir los años noventa, cuando cobran cada vez más protagonismo los inmigrantes de los países no desarrollados. Como ya se ha indicado, estos inmigrantes suelen ocupar posiciones bajas y medias en la estructura jerárquica del mercado de trabajo lo que a su vez implica menos estabilidad laboral. Tampoco se debe olvidar que la calidad del empleo puede variar no sólo en relación a la procedencia del grupo, sino también, según el momento de la incorporación laboral. Es por esto, que algunos colectivos pueden enfrentarse al empeoramiento de la calidad de su empleo en determinados momentos del ciclo migratorio.

Un análisis pormenorizado, que vincula el número de contratos con el momento de llegada y procedencia de los inmigrantes, permite conocer algunas particularidades de la calidad de trabajo de la población inmigrada. Entre los inmigrantes de los países desarrollados observamos una relación directa entre el tiempo de permanencia en España y el número de contratos – los empleos que ha tenido el inmigrante incrementan en relación al tiempo de estancia. En el caso de los demás colectivos la pauta de cambio es algo más compleja. Entre los procedentes de los países latinoamericanos no andinos y de los países del resto de Europa-Mundo observamos que el número de contratos aumenta levemente entre las personas inmigradas a partir de 1992 para disminuir en periodos posteriores. Para los inmigrantes africanos este cambio es más brusco aunque sigue el mismo patrón. Se da un patrón similar, pero aún más intenso entre personas procedentes de países andinos. En estos cuatro casos podemos suponer que después de 1992 las condiciones de incorporación laboral de las sucesivas oleadas de inmigrantes empeoraron, como indica la comparación entre el número de contratos de los inmigrados en el periodo anterior y posterior al año 1992. Después de este periodo el número de trabajos parece seguir la lógica - “más tiempo de estancia - más probabilidad de cambiar de trabajo”. Sin embargo, esta pauta no se puede aplicar al colectivo andino en cuyo caso el número de contratos disminuye ya desde el periodo anterior a 1992, aunque en la década de los años noventa el margen de cambio es muy pequeño.

Una forma complementaria de abordar la problemática de la estabilidad del empleo es medir la incidencia de desempleo a lo largo de la trayectoria laboral de los inmigrantes. Los datos que hemos obtenido permiten determinar el número de veces que los inmigrantes son o fueron alguna vez económicamente activos35 en España, o que permanecieron sin trabajo durante un periodo de al menos un mes. Los resultados se plasman en la Figura 5.5 y la Tabla 5.2 de este Informe.

Figura 5.5. Número de veces sin empleo durante 1 mes o más según origen en la Comunitat Valenciana.

Figura 5.5. Número de veces sin empleo durante 1 mes o más según origen en la Comunitat Valenciana.

Fuente: Encuesta Nacional de Inmigrantes – 2007

Tabla 5.2. Número de veces sin empleo durante 1 mes o más según origen en la Comunitat Valenciana y España.
    Nunca 1 y más 3 y más 6 y más Más de 10
 
Nota: España contiene la información del total de España menos la Comunitat Valenciana
Fuente: Encuesta Nacional de Inmigrantes 2007
Países Desarrollados Comunitat Valenciana 44,4 55,6 12,0 2,4 1,7
España 48,3 51,7   8,9 2,5 1,2
Países Andinos Comunitat Valenciana 28,1 71,9 22,5 3,9 2,2
España 33,7 66,3 11,1 1,4 0,6
Resto de América Latina Comunitat Valenciana 38,9 61,1   7,7 2,3 1,7
España 36,4 63,6   9,7 1,6 0,7
África Comunitat Valenciana 25,4 74,6 30,3 9,2 4,8
España 26,7 73,3 19,8 5,4 2,9
Resto Europa-Mundo Comunitat Valenciana 31,2 68,8 18,5 4,6 1,6
España 32,1 67,9  8,8 1,3 0,4
Total Comunitat Valenciana 33,9 66,1 18,0 4,3 2,2
España 35,3 64,7 11,3 2,3 1,1

Considerando el origen de la población inmigrante se pueden constatar algunas diferencias en las que, una vez más, destacan los originarios de los países desarrollados. Estos inmigrantes se caracterizan por la menor incidencia de desempleo en toda la población inmigrante. Casi la mitad de los inmigrantes de los países desarrollados declararon no haber estado desempleados durante al menos un mes y tan sólo 12% de los integrantes de este colectivo estuvo en esta situación más de 2 veces durante toda su vida económicamente activa. Todos los demás colectivos han mostrado una estabilidad laboral menor que los oriundos de los países desarrollados.

De los pocos matices que surgen de los datos aquí presentados que merecen la pena subrayarse es la diferencia entre la situación de oriundos de la zona andina residentes en la Comunitat Valenciana y en el resto de España. En Valencia la experiencia con el desempleo es moderada, similar al de otros grupos de inmigrantes. Sin embargo, los andinos residentes en el resto de España demuestran un nivel inferior de inestabilidad laboral a sus compatriotas en la Comunitat Valenciana. Por ejemplo, frente al 28% de la población de origen andina en Valencia que nunca ha tenido experiencias en el desempleo, en el resto de España este grupo supone más de un tercio del colectivo, y frente al 22% de desempleos múltiples en Valencia, para las demás comunidades este dato sólo se eleva al 11%.

Otra medida que nos ayuda a determinar la calidad del empleo es la temporalidad de los contratos de trabajo (sin olvidarnos de que este indicador recoge información referida tan sólo de los trabajadores asalariados). En términos generales, en esta población en la Comunitat Valenciana un poco más de la mitad de las personas llegadas a España después de 1992 y que trabajan disponen de contratos laborales de carácter temporal. Este patrón es similar al resto de España salvo por el hecho de que la temporalidad es bastante menor, en unos 10 puntos porcentuales.

El grupo con menor tasa de temporalidad con diferencia es el de los países desarrollados, entre los cuales tan sólo uno de cada tres inmigrantes llegados después de 1992 tiene un contrato temporal. Todos los demás colectivos muestran una temporalidad igual o superior a la media.  Es obligado añadir que la temporalidad del empleo se observa sobre todo entre aquellos grupos, como son los africanos y los andinos, cuyos integrantes se concentran en determinados sectores de actividad, tales como la construcción o la agricultura. Estas actividades se ven cubiertas en buena medida mediante contratos temporales, convirtiendo a los trabajadores en el colectivo más vulnerable en cuanto a estabilidad del empleo. Otro factor que influye en la temporalidad es la posición en la escala sociolaboral. Las bajas tasas de temporalidad entre los inmigrantes de los países desarrollados y latinoamericanos no andinos pueden estar relacionadas con la ya comentada estructura sociolaboral, en la que un peso importante lo tienen los trabajadores de media y alta cualificación. Estas causas explican el hecho de que los resultados de esta misma variable en el conjunto del resto de España sean similares a los que se dan en la Comunitat Valenciana con la excepción de que, en todos los colectivos, la temporalidad es menor en el resto de España.

Figura 5.6. Tasa de temporalidad en el empleo según origen y año de llegada en la Comunitat Valenciana.

Figura 5.6. Tasa de temporalidad en el empleo según origen y año de llegada en la Comunitat Valenciana.

Nota: Sólo trabajadores por cuenta ajena Fuente: Encuesta Nacional de Inmigrantes – 2007

Si se analiza la temporalidad del empleo en relación al año de llegada para cada uno de los orígenes, el cuadro general que se acaba de presentar adquiere ciertos matices. En primer lugar, entre las personas que llegaron antes a España y que se residen en la Comunitat Valenciana, las tasas de temporalidad en el empleo son muy inferiores a los que llegaron más recientemente. Los datos en la Figura 5.6 indican que la temporalidad en el empleo es característica para todos los inmigrantes que llegaron a España de forma reciente independientemente de su procedencia. Incluso controlando por el origen del inmigrante, la temporalidad es más alta siempre en los últimos años, bien después de 2002 o, en algún caso, a partir de la década de los noventa. Por tanto se debe subrayar que el fenómeno de temporalidad no sólo está vinculado a las características de determinados colectivos sino también con la situación general en el mercado laboral. Nuestra economía se caracteriza por considerables tasas de temporalidad cuyos valores se mantienen por encima del 30% (para toda la población ocupada) desde principios de los años noventa (véase Ferreiro et al., 2004). Dicha temporalidad afecta en principal medida a las personas que se insertan en el mercado laboral. En el caso de la población española el grupo más afectado son los jóvenes y en el caso de la población de origen extranjero - las personas recién llegadas, es decir, aquellas que intentan integrarse en la economía española (véase Cachón, 2003).


5.2 Primer empleo en España

Algunas de las variables recogidas por la ENI reflejan las características del primer empleo, tanto para los ocupados en el momento de la realización de la Encuesta, como para los que lo estuvieron en cualquier momento a lo largo de su presencia en España36. Estos datos permiten profundizar en el análisis de las condiciones en las que transcurre la inserción laboral de esta población (particularmente para aquellos que residen actualmente en la Comunitat Valenciana), de las oportunidades con las que puede contar al llegar a España y de las dificultades a las que se ve obligado afrontar.


5.2.1 BUSQUEDA DEL PRIMER EMPLEO

Uno de los puntos que trataremos aquí es el tiempo que tarda el inmigrante en conseguir su primer empleo desde el momento en el que se dispuso a buscarlo (y no desde el momento de llegada). Aunque obvia, esta matización no deja de ser importante, ya que se pueden dar casos en los que los inmigrantes no vienen con el propósito de trabajar en España y sólo determinadas circunstancias les obligan o animan a iniciar su actividad laboral en nuestro país. Esto puede suceder en el caso de inmigrantes para los cuales España se convirtió de un país de tránsito a un país de residencia. Otro escenario que se puede dar es el caso de aquellas personas que vienen a España en condición de turistas (a corto o largo plazo) y que deciden comenzar a trabajar en este país (véase Lardiés, 1999). Recordemos en cualquier caso, que aquí nos referimos a las decisiones tomadas por las personas inmigrantes que residen en la Comunitat Valenciana en el momento de realización de la Encuesta Nacional de Inmigrantes.

Figura 5.7. Tiempo utilizado en encontrar el primer empleo en España según origen en la Comunitat Valenciana.

Figura 5.7. Tiempo utilizado en encontrar el primer empleo en España según origen en la Comunitat Valenciana.

Fuente: Encuesta Nacional de Inmigrantes – 2007

El primer elemento que llama nuestra atención es una cierta homogeneidad en la proporción de personas que vinieron a España con una propuesta o precontrato laboral entre todos los colectivos estudiados que residen en la Comunitat. En todos los grupos este dato oscila en torno al 10-13%. A la vista de estos resultados sorprende que el estatus especial del que gozan los europeos comunitarios37 en la legislación española, como consecuencia de la aplicación de las normativas referentes a la libre circulación, no incremente sus probabilidades de concertar un contrato o precontrato laboral desde el país de origen38.

Al mismo tiempo observamos que dicho estatus especial sí influye en el tiempo de búsqueda de trabajo una vez en España. Al agregar los datos representados en la Figura 5.7 vemos que en torno al 62% de los inmigrantes procedentes de los países desarrollados tardan tan sólo una semana en encontrar su primer empleo y menos de uno en cinco emplea un tiempo superior a un mes. La rapidez observada en el encuentro de trabajo en este colectivo puede venir dada no sólo por facilidades de carácter institucional, sino también, estar vinculada al tipo de puestos de trabajo a los que aspiran. Como se indicará en la Figura 5.8 los inmigrantes de los países desarrollados se incorporan en unas posiciones sociolaborales muy diferentes en comparación con los demás inmigrantes. Aproximadamente uno de cada cuatro inmigrantes de este origen, en su primer empleo, ocupa puestos de directores y profesionales de alta cualificación lo que contrasta claramente con los resultados obtenidos por los demás colectivos. Frente a esta rapidez en el encuentro del primer empleo entre personas de los países desarrollados, sólo en torno al 22-33% de los inmigrantes disfruta de la misma ventaja. Además, en algunos casos la espera para el primer empleo puede ser larga, tal y como indica el hecho de que entre el 20-28% de los otros inmigrantes esperaron más de 4 meses para su primer empleo, frente a tan solo 15% de los inmigrantes de los países desarrollados.


5.2.2 Cambio de situación sociolaboral a lo largo de la trayectoria migratoria

Como hemos venido explicando, se observan pautas marcadamente diferentes en cuanto a la situación sociolaboral en el primer empleo en España entre los inmigrantes procedentes de los países desarrollados y el resto de grupos, lo que a su vez concuerda con la tendencia general observada a lo largo de todo el capítulo. Las diferencias más destacadas entre los países de este origen y de otras procedencias se observan, sobre todo, en los extremos de la escala sociolaboral. Los países desarrollados destacan tanto por su ubicación en el mercado de trabajo, como en las condiciones en las que realizan su actividad laboral. Por otra parte, los inmigrantes del resto de los países latinoamericanos se asemejan a los inmigrantes de los países desarrollados en algunos de los aspectos de la actividad laboral, manteniendo no obstante, un perfil claro y distintivo. Mientras que los inmigrantes de los tres grupos restantes presentan más homogeneidad, aunque matizada por algunas idiosincrasias particulares.

Figura 5.8. Situación sociolaboral en el primer empleo según origen en la Comunitat Valenciana.

Figura 5.8. Situación sociolaboral en el primer empleo según origen en la Comunitat Valenciana.

Fuente: Encuesta Nacional de Inmigrantes – 2007

Si comparamos los datos sobre la situación sociolaboral de los inmigrantes de varios orígenes en el primer empleo con los datos referentes a esta situación en el empleo actual (véase Figura 5.1.), observamos que la distribución de ambas variables presenta unas características similares. Así pues, podemos constatar que la posición de cada colectivo inmigrante, en la estructura del mercado laboral en su conjunto, se caracteriza por cierta estabilidad a lo largo del ciclo migratorio. No obstante, esto no quiere decir que la situación de cada inmigrante no cambie a lo largo de su trayectoria migratoria personal. Los datos que nos ofrece la ENI permiten conocer cómo cambia la situación de los inmigrantes residentes en la Comunitat Valenciana y en el resto de comunidades españolas a lo largo de su vida activa en nuestro país.

Podemos así analizar los procesos de movilidad social de los inmigrantes, mediante la comparación de la posición sociolaboral del inmigrante al principio de su estancia en España y en el momento actual - siempre y cuando durante esta trayectoria migratoria del individuo se produzca algún cambio de empleo (Figura 5.9). Con ello, podremos determinar tanto la intensidad del cambio como su dirección. En términos generales observamos que en su conjunto la población inmigrante representa una tendencia de movilidad ascendente. De los datos presentados, se puede apreciar cómo va disminuyendo el peso de las personas que ocupan posiciones de trabajadores no cualificados, lo que a su vez va acompañado por un incremento en la participación de otras categorías sociolaborales, siendo la de los trabajadores cualificados la que con más intensidad aumenta. Esta movilidad se percibe mejor en los extremos opuestos del mercado laboral. El peso de directivos, profesionales y empresarios en la Comunitat Valenciana pasa de representar un 10,7% del total en el primer empleo a representar un 14,2% en el empleo actual. El de los trabajadores no cualificados disminuye en 15 puntos porcentuales (desde el 56% hasta el 41% respectivamente). Se trata de una movilidad laboral similar al que se da en el resto de España.

Figura 5.9 Situación sociolaboral de los inmigrantes en el primer empleo y en el empleo actual. Porcentajes para la Comunitat Valenciana y España.

Figura 5.9  Situación sociolaboral de los inmigrantes en el primer empleo y en el empleo actual. Porcentajes para la Comunitat Valenciana y España.

Nota: España contiene la información del total de España menos la Comunitat Valenciana
Fuente: Encuesta Nacional de Inmigrantes – 2007

Conforme a estos datos podemos decir que la situación sociolaboral de los inmigrantes experimenta un evidente proceso de mejora a lo largo de sus trayectorias migratorias. Se trata de una movilidad relacionada en buena medida, claro está, con el aumento en la edad y experiencia de los mismos inmigrantes. Además, hay que hacer hincapié en que el cambio se produce principalmente en las partes bajas de la estructura sociolaboral ya que como se ve en la figura mencionada, las categorías con más intensidad de cambio son las de los trabajadores no cualificados y trabajadores manuales cualificados. Hay que tratar con mucha cautela las comparaciones aquí presentadas, como una mera aproximación a una realidad muy compleja y merecedora de un estudio más profundo. No se debe olvidar que estamos comparando cambios transcurridos en unos periodos de tiempo muy heterogéneos, ya que el tiempo que pasa entre el primer y el último empleo puede ser desigual y depende del tiempo de residencia en España. Por otra parte, tampoco conviene exagerar las diferencias observadas entre la situación de los inmigrantes residentes en Valencia y los residentes en el resto de España puesto que no son muy altas y, además, el primer empleo bien podría haber tenido lugar en otra parte de España.

  

34Según los datos de la EPA entre el primer trimestre de 1994 y el primer trimestre de 2007 el aumento de la población total ocupada fue de 7.981 millones.

35Esta pregunta fue dirigida a la población inmigrante activa en el momento de la realización del estudio o que lo había estado alguna vez durante su estancia en España.

36A título informativo hay que mencionar que la ENI contiene una serie de variables sobre las características del primer empleo que consiguió el inmigrante en España. Las preguntas de la Encuesta fueron dirigidas tanto a las personas que estaban trabajando en el momento de su realización como a las que tuvieron al menos un empleo durante su estancia en España. Por tanto los datos que presentaremos tienen carácter transversal y reflejan el conjunto de características del primer trabajo de los inmigrantes a lo largo de todo el periodo estudiado. Para el caso de los inmigrantes ocupados en el momento del estudio y que tuvieron sólo un empleo durante su estancia en España se computaron como las del primer empleo.

37Que integran, como se ha explicado en el capítulo 1 de este Informe, una gran parte del colectivo inmigrante procedente de los países desarrollados.

38Los ciudadanos de otros países miembros de la Unión Europea gozan de pleno derecho a entrar, circular y permanecer en territorio español. Además tienen derecho a trabajar en cualquier actividad por cuenta propia o ajena - salvo algunas excepciones - en las mismas condiciones que los españoles, pudiéndose suponer por tanto que este estatus especial permite acceder al mercado laboral con más facilidad.

Portada y Nota Preliminar

Indice

1. Introducción

2. Características sociodemográficas y familiares

3. Condiciones de salida y de llegada a España

4. Vivienda y la movilidad residencial

5. Actividad laboral

6. Relaciones con el país de origen y con la sociedad receptora

7. Principales conclusiones

Referencias bibliográficas

Anexo: Lista de figuras y tablas