LA INMIGRACIÓN EN LA COMUNITAT VALENCIANA.

Principales resultados de la Encuesta Nacional de Inmigrantes (2007)

    7. Principales conclusiones
7.1 Conclusiones de carácter general: la utilidad de la ENI
7.2 Conclusiones de carácter general: características básicas del fenómeno migratorio en la Comunitat Valenciana y en España
7.3 Conclusiones de carácter parcial
      7.3.1 Características de los inmigrantes
      7.3.2 Condiciones de salida y de llegada
      7.3.3 Situación residencial
      7.3.4 Actividad laboral
      7.3.5 Contactos con la sociedad de origen y con la sociedad receptora

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7. Principales conclusiones

El presente Informe contiene una primera explotación, rápida y forzosamente somera, de esta importante fuente para el conocimiento de los procesos migratorios en la Comunitat Valenciana. No ha sido nuestro propósito ofrecer un elaborado análisis académico de las cuestiones relacionadas con la migración, sino presentar la nueva fuente, señalando la riqueza que tiene y el uso en potencia que se le puede dar. Aún así, y con todas las cautelas, este Informe permite llegar a algunas conclusiones sólidas sobre el fenómeno de la inmigración en la Comunitat Valenciana y en España. Algunas de ellas son de índole general y otras de aplicabilidad parcial. Tienen, en todo caso, implicaciones para nuestra forma de comprender los procesos migratorios, señalan aspectos metodológicos que condicionan la utilización de esta fuente e indican posibles estrategias de investigación. También podrían servir de guía a las políticas con las que las administraciones públicas deben afrontar los problemas migratorios, aunque no sea nuestro propósito entrar de lleno en el terreno proceloso de las recomendaciones concretas. Cabe recordar aquí que el buen gobierno en materia migratoria depende de que la información disponible sea detallada, contrastada, matizada y de calidad. Ofrecer a las administraciones públicas este tipo de información ha constituido uno de los objetivos principales de la ENI.


7.1. Conclusiones de carácter general: la utilidad de la ENI

La Encuesta Nacional de Inmigrantes – 2007 es una fuente de enorme riqueza. Ella no radica en aquellos datos más o menos similares a los de otras grandes fuentes en España (Padrón, Censo, EPA, MNP) que aporta, sino en la posibilidad que ofrece de combinar diversos elementos que afectan a la experiencia migratoria de las personas y que hacen posible una visión global e integrada del fenómeno. La ENI dará lugar a múltiples estudios de carácter descriptivo, de los que este Informe es una primera e imperfecta muestra, que pueden llegar a tener una calidad muy elevada, a menudo difícilmente alcanzable en muchos otros países inmigratorios. El auténtico valor añadido que nos suministra se deriva del acopio de información integrada sobre diversos aspectos del fenómeno migratorio que ahora se pueden tratar de forma conjunta. Pensamos, por ello, que su utilidad tardará años en agotarse.

Administraciones públicas, fundaciones, universidades y centros de investigación, así como otros organismos y empresas, tienen el deber de estimular la elaboración de estos estudios, ya que sólo a la luz que arrojan se podrá ver este fenómeno de forma matizada y compleja. Entre las primeras líneas de investigación que nos permitimos sugerir está la promoción de estudios acerca de distintas comunidades autónomas e incluso de algunas ciudades españolas, de diversos colectivos de inmigrantes, tanto en origen como en destino, y de varias dimensiones relevantes del proceso migratorio. El presente Informe sobre la inmigración en la Comunitat Valenciana representa una primera muestra de este tipo de utilidad. Si la ENI no termina dando lugar a un aluvión de estudios de calidad, no habrá merecido la pena hacerla, ni habrá producido un rendimiento razonable la importante inversión en tiempo, trabajo y dinero que ha exigido.

El Instituto Nacional de Estadística, verdadero autor de la ENI, la realizó a demanda de la comunidad científica, en este caso de investigadores procedentes de la universidad (UCM, UNED) e integrados en un gran grupo de investigación (Grupo de Estudios Población y Sociedad - GEPS). Hasta ahora, este tipo de alianza ha distado mucho de ser habitual en España. A la vista de sus resultados, estamos convencidos de que puede marcar un camino a seguir tanto a las administraciones públicas en sus distintos niveles como a los grupos interesados en elaborar estrategias eficientes de investigación.


7.2. Conclusiones de carácter general: características básicas del fenómeno migratorio en la Comunitat Valenciana y España

La ENI pone de manifiesto una gran heterogeneidad en la experiencia migratoria tanto en España como en la Comunitat Valenciana. Nuestra capacidad para mostrar esta diversidad en el Informe se encuentra limitada por las categorías básicas de agrupación utilizadas en esta primera explotación de los datos. Aún así, se desprende de los mismos que el fenómeno en España dista mucho de ser homogéneo. Hay inmigrantes para todos los gustos: desde los muy jóvenes a los muy viejos, desde personas sin apenas educación a profesores de universidad, desde jornaleros hasta empresarios y desde personas que residen en viviendas de tamaño minúsculo y con gran hacinamiento a personas que viven en barrios privilegiados.

Los inmigrantes provienen de un número relativamente limitado de países, sobre todo si comparamos la situación en España con la de otras naciones europeas. El contingente procedente de América Latina es muy importante, así como el de Europa occidental, Marruecos y el Este de Europa, en particular Rumania. Esta reducida variedad de orígenes puede ser una ventaja en algunos contextos (por ejemplo, por la presencia de muchas personas de una cultura no lejana a la española), pero también una desventaja en otros (al hacer más difícil el proceso de asimilación de colectivos numerosos con un alto nivel de cohesión interna).

Los inmigrantes entrevistados son personas que en su gran mayoría llegaron en los últimos 10 años. Ello significa que se trata de colectivos nuevos, con raíces poco profundas en nuestro país. De nuevo, esta realidad constituye una ventaja desde ciertos puntos de vista y una desventaja desde otros.

La ENI muestra la existencia de dos grandes tipologías migratorias que evidencian una gran disparidad. Por un lado, las personas procedentes de los países andinos, buena parte de los africanos, de la Europa del Este tienen todas las características de ser inmigrantes, digamos, económicos. Son jóvenes, han llegado recientemente, realizan trabajos poco cualificados y participan en redes de apoyo muy cohesionadas. Por el contrario, los inmigrantes procedentes de los países desarrollados muestran una cara muy diferente, con altos niveles de educación, gran presencia de individuos que han llegado a España con la jubilación en la mano, un fuerte peso de hogares unipersonales y con trabajos —si es que trabajan— en sectores de alta cualificación. El colectivo de los países latinoamericanos no andinos así como una parte de aquellas personas nacidas en África tiene mucho más en común con los inmigrantes de los países desarrollados que con los de otros orígenes, aunque sin tener del todo su nivel. Es evidente que en España como en la Comunitat Valenciana hay “extranjeros” y hay “inmigrantes”. Las diferencias observadas son tan fuertes como para aconsejarnos cautela a la hora de utilizar el mismo término para ambos grupos.

Nuestra capacidad de ver esta diversidad se encuentra severamente limitada por las agrupaciones por zonas de origen que se han utilizado en este Informe. Los entrevistados procedentes de los países desarrollados incluyen británicos, franceses y alemanes, pero también portugueses que participan en el fenómeno migratorio de forma muy diferente. Otro tanto cabe decir de otros colectivos. El grupo de países no andinos de América Latina incluye argentinos, uruguayos, cubanos y venezolanos, pero también paraguayos y dominicanos. Esta diversidad de experiencia migratoria va más allá del país de origen, ya que dentro de los originarios de un determinado colectivo (digamos, los marroquíes o los colombianos) hay personas de alto nivel educativo que perciben salarios elevados, junto con otras personas en los peldaños más bajos de la escala social. La utilización de categorías generales de agrupación fue una necesidad ineludible en un Informe de estas características, pero los resultados presentados nos animan a buscar más diversidad en análisis futuros.

La ENI pone de manifiesto que ha habido inmigración en España de forma ininterrumpida desde hace décadas. Si bien es cierto que la intensidad del fenómeno es mucho mayor en los últimos años, no menos importantes son las personas que llegaron hace años y que han decidido quedarse. Ahora bien, a lo largo de todo el Informe se ha podido ver que se trata de fenómenos migratorios muy diferentes. Aún a riesgo de generalizar en exceso, cabe afirmar que las personas que llegaron hace años solían venir de situaciones sociales relativamente acomodadas, a menudo llegaban a España como niños con el resto de su familia y en la actualidad ocupan puestos ya relevantes en la sociedad española. Las personas que han llegado en los últimos años han venido de otros orígenes, por regla general en edad de trabajar y sin el resto de la familia, y ocupan puestos poco cualificados en el mercado laboral. Estas diferencias no se explican sólo por el tiempo de estancia y las posibilidades de progreso que ofrece, sino porque se trata de corrientes migratorias muy diferentes: una más tranquila, basada en buena medida en lazos preexistentes con la sociedad española, y otra en una época de aluvión migratorio en la que las personas que llegan vienen de países nuevos y optan por España tal vez porque les resulta más difícil alcanzar los destinos migratorios verdaderamente apetecibles para ellos (Reino Unido, USA, etc.).

Considerando la heterogeneidad de la inmigración en la Comunitat Valenciana, es preciso señalar los problemas planteados por el número de entrevistas realizadas. En el caso de España este problema ha sido menor ya que las más de 15.000 entrevistas nos permiten retratar la realidad migratoria con bastantes matices. No ha sido así en el caso de Valencia ya que las 1.400 entrevistas a menudo se han mostrado insuficientes para abarcar adecuadamente la riqueza del fenómeno retratado. Aunque se trate de un número de entrevistas a primera vista bastante elevada, si se controla por 3 ó 4 variables diferentes (digamos, sexo, edad y grupo de país de origen), rápidamente aparecen problemas con el número de casos disponibles para el análisis. En este Informe se ha procurado utilizar categorías suficientemente amplias como para reflejar adecuadamente la realidad objeto de análisis. Pero a menudo ello ha sido gracias a la renuncia a una parte de la riqueza de información disponible. Esta realidad es especialmente importante en una comunidad autónoma como la valenciana donde la dimensión espacial cobra considerable relevancia. Hubiera sido deseable contar con una sobremuestra de la ENI en la Comunitat Valenciana.

Uno de los hilos conductores de este Informe ha sido nuestra pretensión de retratar de manera expresa las diferencias y similitudes de la inmigración en la Comunitat Valenciana en comparación con la del resto de España. En estas líneas finales de este trabajo, no tiene sentido rebuscar y enumerar de nuevo estas comparaciones puesto que los resultados están ya retratados con suficiente detalle. Una de las principales conclusiones de este estudio, como no podía ser de otra manera, es que el perfil de la inmigración y de los inmigrantes en Valencia es similar, en términos generales, al de otras regiones del país. Ahora bien, existen ciertas dimensiones especiales de la inmigración en la Comunitat Valenciana que influyen en buena parte de los resultados presentados.

El rasgo distintivo más visible en el caso de Valencia es el hecho de que el peso de inmigrantes provenientes de los países desarrollados es bastante superior al existente en el conjunto del resto de comunidades de España. De estos inmigrantes, un alto porcentaje de los mismos parecen estar por razones de jubilación y de retiro. Ello tiene implicaciones para las características de este colectivo, así como para el conjunto de la población inmigrante. Sus efectos se pueden ver en la edad de los inmigrantes, en las estructuras de sus grupos corresidenciales, en las dimensiones de sus viviendas, en la estructura de su actividad económica y en otras muchas parcelas de las características socioeconómicas y culturales de este colectivo.


7.3. Conclusiones de carácter parcial

A continuación figuran las principales conclusiones que se desprenden de los diferentes capítulos de este Informe.


7.3.1. Características de los inmigrantes

Hay que comenzar señalando la relevancia del aumento de los flujos migratorios llegados a España en los últimos diez años. De hecho, una parte importante de los inmigrantes residentes en la Comunitat Valenciana (43%) que forman parte de la muestra de la ENI ha llegado desde 2002. En torno a cuatro de cada cinco inmigrantes ha llegado después de 1992.

En cuanto a la situación legal de nacionalidad, la mayor parte de los inmigrantes residentes en la Comunitat Valenciana (77,5%) responden con precisión al concepto de extranjero, aunque un 22% tiene nacionalidad española. Se trata de una migración principalmente centrada en las edades económicamente activas, si bien entre los llegados de los países desarrollados hay un contingente importante de inmigrantes por encima de los 60 años cuyo principal motivo migratorio es la jubilación.

En cuanto a la distribución por sexo de estos colectivos, dentro de un predominio generalizado de varones, cabe destacar que los inmigrantes venidos de los países desarrollados muestran una composición por sexos más equilibrada mientras personas oriundas de América Latina constituyen colectivos claramente feminizados Por el contrario, personas originarias de África constituyen un colectivo fuertemente masculinizado.

Se aprecia un claro proceso de aumento en la edad media a su llegada a España de los inmigrantes a medida que se consolida y crece el flujo de inmigrantes. Ello es sobre todo visible entre los varones. Los procedentes de los países desarrollados manifiestan un clarísimo proceso de envejecimiento de su edad media y llegan a edades muy superiores a los demás, lo que demuestra el peso que la migración por jubilación ha ido adquiriendo en los últimos años. En el resto de procedencias predomina por lo general la inmigración por actividad económica, salvo entre personas del resto de América Latina.

El nivel de estudios de la población inmigrante residente en Valencia se caracteriza por su perfil de cualificación medio. En la Comunitat Valenciana dos tercios de los inmigrantes ha completado sus estudios de primer y segundo ciclo de secundaria y un 14% tiene estudios superiores. El colectivo con mayor nivel de estudios es el de los países desarrollados, seguidos de los que vienen del resto de América Latina. El menor nivel de estudios corresponde a las personas procedentes de África. Es interesante resaltar que las mujeres inmigrantes cuentan con mayor dotación de capital humano educativo que los hombres, indicando el peso de una mayor selección en origen en función del capital humano entre mujeres.

En cuanto a su situación familiar, algo más de la mitad de la población inmigrante en Valencia se encuentra casada, seguida de una proporción no despreciable de solteros (33%) y un 10% de separados o divorciados. La mayor proporción de solteros la encontramos entre los latinoamericanos de la región andina. En cambio, la mayor presencia de casados corresponde a los africanos. El fenómeno de la separación-divorcio es especialmente relevante en el caso de las mujeres, sobre todo provenientes de los países andinos y del mundo desarrollado. Por otra parte, la mayor proporción de matrimonios entre inmigrantes y españoles se da entre los venidos de los países desarrollados y de los países latinoamericanos no andinos. Los colectivos de inmigrantes con mayor nivel de endogamia son los europeos procedentes de países no desarrollados, Asia y Oceanía y los andinos.

Las mujeres inmigrantes que están en la segunda parte de su vida fértil o que la han finalizado (35-60 años de edad) registran una descendencia de 2,03 hijos. Se trata de una fecundidad baja, algo superior a la de las españolas pero sensiblemente inferior a la fecundidad en la mayoría de los países de origen. Como era de esperar, la fecundidad más baja respecto al conjunto de las inmigrantes se observa en las procedentes de los países desarrollados.

Los hogares de los inmigrantes llegados a España y residentes en la Comunitat Valenciana, se caracterizan por un tamaño medio relativamente elevado (3,12 miembros). En aquellos hogares donde no hay núcleo familiar, el tamaño medio es relativamente alto (3,1) y hay una elevada proporción de varones (67%), indicando así un perfil posiblemente asociado con las estrategias migratorias de ciertos subgrupos de la población. También es de destacar la elevada proporción de no parientes, sobre todo en los hogares de originarios de países andinos, de africanos y de europeos procedentes de países no desarrollados, Asia y Oceanía. Un tercio de los hijos de los inmigrantes entrevistados residen aún en el país de origen. Casi 40% de ellos son menores de 15 años y el 58% tienen entre 15 y 39 años.


7.3.2. Condiciones de salida y de llegada

El nivel de actividad económica de los inmigrantes en sus países de origen y en el momento de la partida es, en términos generales, alto y, muy probablemente, más intenso que el del conjunto de las sociedades de las que proceden. En cualquier caso, la relación con la actividad económica es una función del momento del ciclo vital por el que atraviesa el individuo en el momento de partir según una pauta muy generalizada que marca unos perfiles claros para la formación, el trabajo, la jubilación o las labores domésticas. El momento de llegada a España (muy relacionado con la edad a la que se inmigró) también supone interesantes diferencias en el tipo de actividad que se realizaba al dejar el país de origen. Todo ello subraya una vez más la peculiar naturaleza de los flujos migratorios que han llegado a nuestro país en estos primeros años del nuevo siglo, distintos de los que llegaron en los años ochenta y noventa: mientras que en la inmigración más reciente predominan los trabajadores con una cierta edad y las amas de casa, entre los inmigrantes llegados en las primeras oleadas de inmigración masiva tenían más peso los estudiantes.

Por otra parte, el sector de actividad económica en el que trabajaban los inmigrantes que eran, o habían sido, económicamente activos en sus países de origen viene a reflejar la heterogeneidad de las estructuras sociales de las sociedades de partida, así como los diversos momentos en los que se produjeron los movimientos de salida. Las estructuras socioeconómicas de las sociedades de origen más avanzadas resultan ser —como no podía ser de otra manera— las de los países desarrollados y también las de los países latinoamericanos no andinos; las más tradicionales, por el contrario, las de los países africanos. Ahora bien, en conjunto, casi uno de cada dos inmigrantes con experiencia laboral procede del sector de los servicios, mientras que uno de cada cinco aproximadamente viene de la industria y otros tantos del comercio, siendo la construcción y la agricultura los sectores con menor nivel de ocupación en origen de los inmigrantes.

El medio de transporte que se utiliza para llegar a España depende básicamente del lugar de origen de la inmigración y de la posición económica del inmigrante. El sistema mayoritario utilizado es el avión, seguido por los sistemas terrestres por carretera empleados por la cuarta parte de los inmigrantes que llegaron a nuestro país en estos años. A través de estos dos sistemas han entrando casi el 85% del conjunto de los inmigrantes en este periodo de 18 años. Los inmigrantes que entraron a través de cayucos o pateras representan un porcentaje muy reducido. Son también significativas las llegadas a través de barco y tren (10%). Cabe destacar la importante reducción de las llegadas en barco y tren según nos vamos acercando al presente (desde 42% para las llegadas antes de 1992 a los 8% de las llegadas más recientes). Las llegadas en automóvil incrementan desde el 14% al 17%. Por fin cabe destacar el mayor peso del transporte por mar y por carretera en la Comunitat Valenciana, sobre todo visible en las llegadas anteriores a 1992, frente al peso superior del avión en el resto de España.

Más de nueve de cada diez inmigrantes iniciaron el viaje desde su propio país de nacimiento, y más de ocho sólo han vivido en un país, siendo la estancia entre nosotros su primera experiencia migratoria transnacional. Frente a ellos, sólo un 17% ha residido en más de un país (sin contar el propio de nacimiento). Dicho de otro modo, es seis veces más probable que un inmigrante haya llegado a España directamente desde su país de origen que lo haya hecho desde un país distinto.

La proporción de inmigrantes residentes en la Comunitat Valencia con contactos en España en el momento de llegar a este país ha ido evolucionando al alza en los últimos años, como lo muestra el hecho de que los inmigrantes que llegaron entre 2002 y 2007 con algún contacto hayan aumentado hasta alcanzar el 78% de los casos. Por tanto, el tipo de inmigración mayoritaria que se está produciendo en estos momentos tiene contactos a su llegada a España porque algunos de sus familiares y conocidos se encuentran ya en nuestro país. Este hecho condiciona de manera notable el desarrollo de los procesos de acogida, es de esperar que reduciendo la vulnerabilidad de los recién llegados. Por tanto, actualmente hay una parte importante de inmigrantes que desarrollan estrategias de agrupación familiar, que en algunos casos suponen incluso la entrada de familiares de mayor edad para facilitar el empleo óptimo de sus recursos laborales. Cabe destacar, por otra parte, que el peso de contactos previos antes de la llegada a España es bastante menor entre los residentes en la Comunitat Valenciana con respecto a los del resto de España (78% frente al 84% en el período más reciente).

En muchos casos, los pagos hechos para venir a España no han implicado endeudamiento (sólo se endeudó un 18% del conjunto de inmigrantes). Es muy posible que la razón básica que explique este fenómeno esté relacionada con la existencia de ahorro previo y con la utilización de los recursos económicos familiares que proporcionan las propias redes migratorias.


7.3.3. Situación residencial

La mayoría de la población inmigrante residente en la Comunitat Valenciana reside en viviendas en régimen de alquiler, que resulta la alternativa mayoritaria para el proceso de inserción en el sistema residencial español. La llegada de la población inmigrante ha alterado de manera sustancial este mercado residencial, que tenía un papel muy minoritario y subordinado al de la propiedad. Existe también un volumen significativo de inmigrantes que son propietarios de sus viviendas en Valencia, siendo las personas procedentes de los países desarrollados con diferencia los más propensos a la adquisición de sus casas, aunque también ha aumentado el acceso a la propiedad en otros grupos de inmigrantes.

La ENI parece mostrar que los sistemas de uso de la vivienda evolucionan en el transcurso del ciclo migratorio, siendo bastante clara la correlación positiva entre mayor tiempo de estancia en España y mayor proporción de propietarios. Esta creciente propensión a la propiedad no extraña en un país en el que la propiedad es el régimen mayoritario de tenencia y uso de la vivienda. Los datos correspondientes a la Comunitat Valenciana son muy similares a los vigentes en el resto de España. Esta elevada incidencia en la propiedad de las viviendas entre los inmigrantes recién llegados (una cuarta parte de los llegados recientemente) puede ser motivo de preocupación en estos momentos de incipiente recesión económica, desempleo en alza y valores de la propiedad en baja.

Por lo que se refiere a las características de la vivienda de los inmigrantes, la superficie media era según la ENI de 105 m², dato que hay que analizar con precaución porque la tasa de no respuesta a esta pregunta es una de las más altas de la Encuesta (25,7%). En todo caso, el 62% de la población inmigrante reside en viviendas de cuatro o menos habitaciones. La vivienda de inmigrantes residentes en la Comunitat Valencia es bastante mayor que la del resto de España (>10m²).

La proporción de inmigrantes en viviendas que carecen de alguna de las instalaciones básicas (agua corriente, agua caliente, electricidad y baño independiente) es insignificante, y sólo en el caso del baño independiente se alcanza un porcentaje del 1,4%. En la percepción de los problemas de la vivienda y el entorno, las respuestas negativas más altas se encuentran en el nivel de ruidos exteriores y en la limpieza de las calles en las que se encuentran las viviendas en las que residen. También es grande la proporción de respuestas negativas en algunos aspectos de la vivienda como humedades y goteras de manera especial y, aunque con valores menores, las deficiencias constructivas. En suma, la situación residencial de la población inmigrante está marcada por las propias características del parque de viviendas en el que se instalan. En este sentido, se puede afirmar que existe una mayor proporción de inmigrantes en los tramos de viviendas más reducidos y con menos habitaciones y algo parecido se podría decir en el caso de las instalaciones básicas, sobre todo en lo que se refiere a un elemento tan básico como es el cuarto de baño independiente.

En cuanto a movilidad residencial, una mayoría muy copiosa de la población inmigrante en Valencia (68%) ha cambiado de vivienda desde su llegada a España. Al mismo tiempo, la tasa de movilidad intermunicipal que se deduce de la ENI para inmigrantes residentes en la Comunitat Valenciana es del 38%, siendo la media de cambios entre municipios de 0,63 y el número medio de municipios en los que los inmigrantes han vivido desde que llegaron a España de 1,63. Esta movilidad intermunicipal es algo mayor en Valencia que en el resto de España. Al comparar la movilidad residencial con la movilidad intermunicipal queda claro que una gran parte de los cambios de vivienda se han realizado dentro del mismo municipio. En todo caso, la movilidad residencial e intermunicipal son estrategias migratorias utilizadas para conseguir una mayor adaptación a las circunstancias y condicionantes que la sociedad española introduce en los procesos de acogida de la inmigración extranjera, aunque los hechos parecen mostrar que una parte considerable de los cambios, sobre todo en el terreno residencial, son movimientos de mejora en las condiciones residenciales que tienen una estrecha relación con otros procesos de avance en los ámbitos laboral y familiar.


7.3.4. Actividad laboral

Las diferencias observadas en la actividad laboral entre inmigrantes residentes en la Comunitat Valenciana y procedentes de diversos orígenes responden a una pauta general que se puede resumir como sigue. Los países desarrollados destacan en cuanto a su ubicación sectorial, posición sociolaboral, niveles de ingresos y calidad de trabajo. Por otra parte, los inmigrantes de los países latinoamericanos no andinos se asemejan a los de los países desarrollados en algunos de los aspectos de actividad laboral (distribución sectorial, estructura sociolaboral), manteniendo no obstante un perfil claro y distintivo. Los inmigrantes de los tres grupos restantes presentan más homogeneidad, aunque matizada por algunas idiosincrasias particulares.

Las condiciones laborales que encuentran los inmigrantes en el empleo actual varían en relación al momento de llegada. Las personas que llegaron a España al principio del ciclo migratorio, se encuentran actualmente en una situación significativamente mejor que los inmigrantes recién llegados. Esto se refleja en varios de los indicadores estudiados (situación sociolaboral en el empleo actual y en el primer empleo en España, número de contratos laborales y temporalidad). A la hora de interpretar estos fenómenos debemos considerar al menos tres factores determinantes cuyo impacto puede ser complementario: (1) el tiempo de estancia que permite adaptarse a las condiciones del mercado laboral; (2) las características estructurales de la población inmigrante en cada uno de los momentos analizados; y (3) las condiciones institucionales y económicas en las que se produce la inserción laboral de los inmigrantes en cada momento.

Según los datos de la ENI referentes a las características del empleo actual, una importante parte de la población inmigrante ocupada en la Comunitat Valenciana se concentra en los escalones bajos de la escala sociolaboral. Dos de cada cinco inmigrantes están empleados en trabajos de carácter manual de baja cualificación y cerca de una cuarta parte realiza trabajos manuales para los que se necesita cierto grado de preparación. Los datos de la ENI también indican que existe un amplio contingente de trabajadores inmigrantes que ocupa posiciones en el mercado laboral muy por debajo del nivel real de sus cualificaciones.

En cuanto al primer empleo en España los inmigrantes de los países desarrollados se incorporan en posiciones sociolaborales muy diferentes en comparación con los demás inmigrantes. Algo menos de uno de cada tres inmigrantes de este origen en este primer empleo ocupa puestos de directores o profesionales de alta cualificación, lo que contrasta claramente con los resultados obtenidos por los demás colectivos. Además, si comparamos la situación sociolaboral en el primer trabajo en España con la situación en el empleo actual observamos que, en su conjunto, la población inmigrante ocupada experimenta una mejora a lo largo de sus trayectorias migratorias: el mayor cambio se produce en el grupo de trabajadores no cualificados, que se reduce desde un 56% en el primer empleo a un 41% en el empleo actual.

Como media, los trabajadores inmigrantes en la Comunitat Valenciana a lo largo de su trayectoria laboral han concertado 2,9 contratos laborales desde el momento de su llegada. Los inmigrantes procedentes de los países andinos son el grupo con mayor media de contratos concertados desde su llegada (3,1) y el colectivo con más desempleo. Más de siete inmigrantes en diez de este origen han estado al menos una vez en paro durante un mes o más durante su trayectoria laboral.

Finalmente, cabe afirmar que, en términos generales, algo más de la mitad de los trabajadores inmigrantes asalariados dispone de un contrato laboral de carácter temporal. Esta alta tasa de temporalidad afecta a todos los inmigrantes recién llegados, con independencia de su origen.


7.3.5. Contactos con la sociedad de origen y con la sociedad receptora

Los movimientos migratorios se producen en el contexto de un entramado social con grados diferentes de volumen, densidad e intensidad relacional. Los contactos con los familiares, vecinos y amigos en el país de partida del inmigrante mantienen sus lazos con las comunidades de origen. Por otro lado, a partir del establecimiento en la sociedad receptora, los vínculos con el país de origen comienzan a combinarse con las nuevas relaciones y actividades de participación social que se van desarrollando en el país de destino.

Una primera ilustración del funcionamiento de estas comunidades migratorias nos la ofrece la propia toma de la decisión de partir, que no se suele tomar en condiciones de vacío social, sino que a menudo se produce bajo la influencia ejercida por el entorno del individuo que se dispone a migrar: de hecho, los datos de la ENI muestran que casi la mitad de los inmigrantes residentes en la Comunitat Valenciana dice haber tomado su decisión de moverse hacia España bajo la influencia de algún conocido del país de nacimiento que previamente había emigrado a nuestro país. Entre estos conocidos son precisamente los familiares quienes más peso tienen en estas redes de influencia que contribuyen a perfilar la decisión migratoria.

Otro aspecto de la vida de las comunidades migratorias son las relaciones que mantienen entre sí los miembros de las mismas que se encuentran separados en los países de origen y destino en forma de contactos, visitas y envío de remesas. En este sentido, nuestros datos permiten concluir que la probabilidad de mantener relaciones con las comunidades de origen es inversamente proporcional a su coste. Por ello, los contactos (telefónicos, por carta o por correo electrónico) son más frecuentes que las visitas físicas; y éstas, a su vez, las hacen más inmigrantes que los que envían remesas. Al mismo tiempo, mantener relaciones de este tipo depende, negativamente, tanto de la cantidad de tiempo transcurrido desde la separación física de los emigrados como de la distancia espacial que media entre los polos de la relación. En buena lógica, son las relaciones de tipo eminentemente adscriptivo —esto es, no voluntarias— como las que existen entre familiares y parientes las que habitualmente más soportan la erosión del tiempo y la distancia.

La otra cara de las comunidades migratorias son las relaciones que se establecen en los países de destino. Con independencia de las de índole más fuerte (es decir, las primarias y, entre ellos, las familiares), el establecimiento de vínculos menos fuertes y la participación en las llamadas redes secundarias en los países de llegada serían buenos indicadores de la integración del inmigrante en la sociedad de acogida. A este respecto, el nivel de participación general de los inmigrantes residentes en la Comunitat Valenciana en asociaciones es extremadamente bajo, información que hay que matizar teniendo en cuenta dos factores: por un lado, una gran mayoría de los inmigrantes procede de sociedades que, debido a su bajo grado de desarrollo socioeconómico, carecen de un sólido entramado de asociaciones voluntarias; de otro, nuestros inmigrantes han llegado a un país —España— con unos hábitos muy poco consolidados de asociacionismo voluntario.

En esta misma línea de matizar ese bajo grado de asociacionismo de los inmigrantes venidos a España y residentes en la Comunitat, se debe considerar la relación positiva entre tiempo de permanencia en Valencia y grado de participación en asociaciones. Que esa relación sea positiva resulta congruente con la interpretación más probable de este indicador en el sentido de que la duración de la estancia apunta a un mayor grado de integración, y la integración facilita (y se ve facilitada por) la participación en estos grupos y redes secundarios que ofrecen las asociaciones voluntarias. Concuerda con todo ello que sea predominante la intención declarada de quedarse en España durante los próximos cinco años de los inmigrantes.  
 

 

Portada y Nota Preliminar

Indice

1. Introducción

2. Características sociodemográficas y familiares

3. Condiciones de salida y de llegada a España

4. Vivienda y la movilidad residencial

5. Actividad laboral

6. Relaciones con el país de origen y con la sociedad receptora

7. Principales conclusiones

Referencias bibliográficas

Anexo: Lista de figuras y tablas